
Descripción general de Uroabdomen (tracto urinario roto) en perros
El tracto urinario normal se compone de dos riñones, dos uréteres, una vejiga urinaria y una uretra. A medida que la sangre fluye a través de los riñones, los productos de desecho se eliminan y pasan a través de tubos delgados llamados uréteres hacia la vejiga. La vejiga urinaria es un depósito para estos productos de desecho.
Cuando la vejiga está lo suficientemente llena, existe la necesidad de orinar y la orina se libera voluntariamente de la vejiga, a través de la uretra y fuera del cuerpo. Cualquier daño en el tracto urinario puede conducir a una fuga de orina fuera del tracto urinario, lo que resulta en la acumulación de orina dentro del abdomen. Esto se conoce como uroabdomen o uroperitoneo.
Un uroabdomen es una afección potencialmente mortal. La acumulación de orina en el abdomen crea alteraciones graves en los electrolitos como el potasio, que tiene efectos adversos en el corazón. Los productos de desecho que normalmente son eliminados por los riñones y eliminados en la orina son retenidos dentro del abdomen causando elevaciones graves en los valores renales. Además, se produce irritación e inflamación del revestimiento del abdomen (peritonitis). Si una infección del tracto urinario estaba presente en el momento de la fuga de orina, puede producirse peritonitis séptica.
Uroabdomen puede ser el resultado de varias causas, pero la más común está relacionada con el trauma. El daño al riñón, el uréter, la vejiga o la uretra puede hacer que la orina se filtre hacia el abdomen. Algunas formas comunes de trauma que pueden provocar una interrupción del tracto urinario incluyen:
Varias enfermedades también pueden conducir a la interrupción del tracto urinario y a los uroabdomos posteriores. Algunos de estos incluyen:
Los animales al aire libre sin supervisión tienen un mayor riesgo de lesiones traumáticas debido a automóviles, individuos maliciosos o ataques de animales. Esto da como resultado un mayor riesgo de desarrollar uroabdomos.
De qué mirar
Diagnóstico de Uroabdomen en perros
Como con cualquier enfermedad, se toma un historial médico y se realiza un examen físico completo. Es probable que su veterinario le pregunte cuánto tiempo ha estado enfermo el perro, si existe alguna posibilidad de trauma y sobre los hábitos de micción de su perro. El examen físico se concentrará en el abdomen y las zonas traseras del perro. La micción normal no significa que el perro no tenga la vejiga rota. Las pequeñas roturas de la vejiga pueden causar fugas de orina hacia el abdomen, pero la vejiga aún puede llenarse y la orina se puede vaciar.
Pueden ser necesarias varias pruebas para determinar si hay líquido en el abdomen, qué tipo de líquido está presente y la causa de la acumulación de líquido.
Tratamiento de Uroabdomen en perros
Uroabdomen es una enfermedad grave en perros. El tratamiento agresivo es necesario para prevenir enfermedades continuas y muerte potencial. La hospitalización con líquidos intravenosos es el primer paso en el tratamiento. Los antibióticos a menudo se administran para combatir cualquier infección. Uroabdomen y la causa del uroabdomen pueden ser dolorosos, por lo que los medicamentos para el dolor generalmente se administran para ayudar a aliviar la incomodidad.
La mayoría de los casos de uroabdomen requieren reparación quirúrgica. El animal se anestesia y la parte inferior del abdomen se abre quirúrgicamente. La orina se aspira del abdomen y se identifica la rotura del tracto urinario. La fuente más común de orina en el abdomen es una rotura en la vejiga. Si está presente, se sutura el sitio de ruptura de la vejiga.
Las lágrimas en los uréteres también se pueden suturar, pero este procedimiento puede requerir la experiencia y el equipo de un veterinario. Si el riñón está muy dañado, se puede realizar una extracción quirúrgica.
Después de la reparación quirúrgica del sitio de ruptura, el abdomen se enjuaga y se limpia con solución salina estéril. Se deben eliminar todos los rastros de orina. Luego se analiza el tracto urinario para asegurarse de que no haya más fugas. La incisión abdominal se cierra con suturas o grapas.
A menudo se coloca un catéter urinario durante la cirugía y se deja en su lugar durante 2-3 días después de la cirugía para mantener la vejiga y el tracto urinario vacíos. Esto permite que el tracto urinario sane.
Para algunas causas de uroabdomen, como una rotura muy pequeña en la vejiga urinaria o una rotura de la uretra, la terapia médica puede ser efectiva. Se coloca un catéter urinario y se deja colocado durante 5 a 7 días. La esperanza es que sin la irritación continua de la orina, la pequeña lágrima tendrá la oportunidad de sanar. Después de 5 a 7 días, se retira el catéter urinario y se permite que la mascota orine por sí sola. La mascota se controla de cerca para detectar una respuesta deficiente y puede necesitar reparación quirúrgica en el futuro.
Cuidado y prevención en el hogar
No hay cuidado en el hogar para uroabdomen. Cualquier perro que sufra un traumatismo cerrado o no pueda orinar debe ser examinado por un veterinario. Después del tratamiento, la mascota debe ser monitoreada de cerca por micción normal, sangre en la orina, esfuerzo o dolor. El vómito y la falta de apetito deben provocar una visita al veterinario. Algunos perros pueden ser enviados a casa con un catéter urinario temporal en su lugar. Se debe controlar el flujo normal de orina en el catéter y se debe evitar que el perro intente extraer el catéter.
La mejor manera de prevenir los uroabdomos es reducir el riesgo de traumatismo cerrado al pasear a su perro con una correa o mantenerlo confinado en un área cercada. Las enfermedades que causan uroabdomos generalmente no se pueden prevenir.